
El infierno
11.02.2023
Es un lugar aunque no sabemos donde está realmente. Es el estado de las almas que han sido rechazadas por Dios.
En la Biblia, tenemos varios ejemplos donde se cita el infierno. Veamos algunos:
- la parábola del rico Epulón y el pobre Lázaro: "Hubo un cierto hombre rico que vestía de púrpura y de lino finísimo, y tenía cada día espléndidos banquetes. Al mismo tiempo vivía un mendigo, llamado Lázaro, el cual cubierto de llagas, yacía a la puerta de éste, deseando saciarse con las migajas que caían de la mesa del rico, más nadie se las daba; y los perros venían y lamiánle las llagas. Sucedió, pues, que murió dicho mendigo y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico y fue sepultado en el infierno. Y cuando estaba en los tormentos, levantando los ojos, vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Y, exclamó, diciendo "Padre mío Abraham , ten compasión de mí y envíame a Lázaro para que que mojando la punta de su dedo en agua me refresque la lengua, pues me abraso en estas llamas." Respondióle Abraham: "Hijo, acuérdate que recibiste bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario males; y así éste ahora es consolado y tú atormentado; fuera de que entre nosotros y vosotros está de por medio un abismo insondable; de suerte que los que de aquí quisieran pasar a vosotros, no podrían; ni tampoco de ahí pasar acá." «Ruégote pues oh padre, replicó el rico que le envíes a casa de mi padre, donde tengo cinco hermanos, a fin de que los aperciba, y no les suceda a ellos el venir a este lugar de tormento." Replicóle Abraham: "Tienen a Moisés y a los profetas; escuchenlos." No basta eso dijo él, Oh padre Abraham; pero si alguno de los muertos fuere a ellos, harán penitencia." Respondióle Abraham: : "Si a Moisés y a los profetas no los escuchan, aún cuando uno de los muertos resucite, tampoco le darán crédito. Lucas, 16,19.
- "Y saldrán a ver los cadáveres de los que prevaricaron contra Mí; cuyo gusano no muere nunca , y cuyo fuego jamás se apagará y el verlos causará náuseas a todo el mundo". Isaías, 66,24.
- "en donde el gusano que los roe o remuerde su conciencia nunca muere, y el fuego que los quema nunca se apaga". Marcos, 9,43.
En el infierno se sufren dos penas:
- La pena de daño. Es la privación de la vista de Dios.
- La pena de sentido. En el infierno se sufre el tormento del fuego. "Al mismo tiempo dirá a los que estarán a su izquierda: Apartaos de Mí, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo, y sus ángeles". Mateo, 25,41.
San Agustín dice: "Que fuego sea aquél, y cuál sea su naturaleza y lugar, tengo para mí que nadie lo sabe, como no lo haya revelado a alguien el Espíritu de Dios".
Jesús atribuye la eternidad a las penas del infierno. "Id malditos al fuego eterno". Mateo, 25,41.
Y no se diga que todo esto repugna a la bondad divina.
Emilio Blasco. Ciudadanía Cristiana
LAUS DEO