El octavo mandamiento

14.03.2023


Hay que hablar poco y bueno, poco y suave, poco y sencillo, poco y caritativo, poco y amable. 

Es preciso evitar la precipitación, se debe hablar con prudencia. El que dice todo lo que sabe, dirá con frecuencia lo que no debe.

Es preciso evitar el espíritu de crítica. Ha de juzgarse con benignidad.Cuando no podamos excusar un hecho, excusemos a lo menos la intención,  teniendo en cuenta los atenuantes.

Es muy útil la práctica del silencio, como ejercicio de virtud; las palabras están en razón inversa de los pensamientos. El que habla mucho piensa poco y el que piensa mucho, habla poco.

El octavo mandamiento se refiere a la verdad y al amor del prójimo. Tiene por objeto los pecados de la lengua. "No darás falso testimonio". Prohíbe toda mentira, manda decir la verdad siempre y en todo lugar. Prohíbe la maledicencia y la calumnia. 

Hay que mostrarse verdadero en los actos y decir la verdad con las palabras. Hay que evitar el engaño, el fingimiento y la hipocresía.

Emilio Blasco. Ciudadanía Cristiana


Tace ut discas loqui

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