
El Purgatorio
Es el estado de las almas que han de expiar los pecados antes de entrar en el cielo. La existencia del Purgatorio se confirma con la tradición:
- En el libro de los Macabeos. "Y habiendo recogido en una colecta que mandó hacer doce mil dracmas de plata, las envió a Jerusalén, a fin de que se ofreciese un sacrificio por los pecados de estos difuntos, teniendo como tenía, buenos y religiosos sentimientos acerca de la resurrección." II Macabeos, 12,43
- En pasajes del Nuevo Testamento:
- "Asegúrote de cierto que de allí no saldrás hasta que pagues el último céntimo". Mateo.5,26.
- "Si alguno habla contra el Hijo del hombre, éste pecado se le perdonará; pero no habrá perdón para quien blasfemare contra el Espíritu Santo. Lucas. 12,10.
- "Si la obra de otro se quemare, será suyo el daño; no obstante, él no dejará de salvarse; si bien como quien pasa por el fuego". Primera carta a los Corintios. 3,15.
- Ya en los primeros siglos del Cristianismo se ofrecían oraciones y sacrificios por los difuntos.
Dios con su justicia no puede condenar a suplicios eternos a un alma que sólo esté manchada con pecados veniales.
Así pues creemos que existe el Purgatorio y creemos que las almas del Purgatorio pueden ser ayudadas por nosotros, a través de un vínculo de solidaridad y de caridad.
Para las almas del Purgatorio la vista de Dios es el fin, la felicidad a la que tienden. Al salir el alma de este mundo, Dios se le manifiesta y conoce entonces cuán grande es la dicha de poseer a Dios. Es su única felicidad, y tiende a Dios con todas sus fuerzas. Y en ese mismo instante que el alma se lanza hacia Dios, se siente rechazada por la divina justicia.
El fuego del Purgatorio es parecido al del infierno y purifica las almas. La diferencia es que en el infierno Dios es odiado y blasfemado, mientras que en el Purgatorio se encuentran la esperanza, el amor, la oración, y la paz.
Emilio Blasco. Ciudadanía Cristiana
LAUS DEO