La Confirmación

La Confirmación es el sacramento que nos hace perfectos cristianos. Es necesario para la plenitud de la gracia bautismal.

En la confirmación interviene la imposición de la mano del obispo, la unción con el santo Crisma y la fórmula pronunciada por el ministro.

Los efectos de la confirmación son: 

-un aumento de la gracia santificante.

-una gracia sacramental para creer y obrar como perfectos cristianos.

-nos imprime el correspondiente carácter.

El sujeto de la Confirmación es todo aquel que ha sido bautizado.

Este sacramento sólo puede recibirse una vez. El obispo extiende las manos sobre los confirmandos indicando que les va a dar una fuerza superior. Luego recita una oración invocando los siete dones. Poniéndose la mitra y tomando el báculo, impone cuatro dedos de la mano derecha sobre la cabeza de cada uno, a la vez que tomando crisma con el pulgar, unge la frente en forma de cruz, pronunciando la fórmula y bendiciendo luego al confirmando con una triple señal de la cruz. Finalmente le da una ligera bofetada diciendo la paz sea contigo. La señal de la cruz sobre la frente significa que el confirmando no ha de avergonzarse de la cruz, la bofetada significa que el confirmado debe estar preparado a sufrir cualquier persecución por la fe. El óleo significa la gracia que se recibe para luchar, ya que antiguamente los atletas eran ungidos con aceite para luchar. El obispo pide que el Espíritu santo habite siempre en nosotros, da una bendición a los confirmados y recita con ellos el Credo, el Padrenuestro y el Avemaría.

Emilio Blasco. Ciudadanía Cristiana

AD MAIOREM DEI GLORIAM