La gracia

15.03.2023


Jesús nos dió los mandamientos con carácter obligatorio. 

Mateo 19,17 :" El cual le respondió: ¿por qué me preguntas acerca de lo bueno?. Dios solo es el bueno. Por lo demás, si quieres entrar en la vida eterna, guarda los mandamientos".

Al imponernos  los mandamientos, se ha ofrecido a ayudarnos personalmente, mediante su gracia.

Maravillas de la gracia de Dios: llenó a un jovencito que tocaba el arpa e hizo de él un profeta (David), convirtió a un piadoso adolescente en juez e intérprete de la voluntad de Dios (Daniel), Se posesionó de un publicano y le trocó en apóstol y evangelista (San Mateo). De un fariseo perseguidor, hizo la gracia un apóstol de la iglesia (San Pablo); de un renegado hizo el príncipe de los Apóstoles, (San Pedro), de un libertino hizo el doctor de la gracia (San Agustín).

La gracia es un don de Dios otorgada a nuestra alma para ayudarnos a conseguir la salvación eterna. Es un don gratuito. Nos hace santos, hijos y herederos de Dios.

¿Cómo confiere Dios la gracia?. Para San Antonio, fue una palabra del Evangelio oída en el templo durante la Misa, para los judíos de Jerusalén fue la predicación de San Pedro (Hechos,2,37: "Oído este discurso, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro, y a los demás apóstoles: Pues hermanos, ¿qué es lo que debemos hacer?"); para San  Francisco de Borja fue la visita del cadáver de la reina Isabel ("abrió el féretro y contempló con horror el cadáver descompuesto y maloliente de la que fuera su amiga muy querida y muy guapa", cuadro del Museo del Prado Conversión del Duque de Gandía); para San Ignacio de Loyola, un contratiempo militar, (cuadro de Miguel Cabrera. Museo de Arte Nacional de México), para San Francisco de Asís una enfermedad (cuadro San Francisco abrazando a un leproso. Museo del Prado).

La gracia por supuesto no excluye nuestras facultades, sino que incrementa el valor de las mismas. La gracia no excluye nuestra libertad. La gracia es un auxilio que Dios nos da para evitar el mal y obrar el bien y por lo tanto es necesaria tanto para los actos de orden natural como para los actos de orden sobrenatural.

¿A quién se la da la gracia?. A todos. Primera Carta a Timoteo, 2,4. "el cual quiere que todos los hombres se salven, y vengan en conocimiento de la verdad".

La gracia es distribuida desigualmente respecto a las personas y respecto al tiempo.

Los deberes respecto a la gracia son:

-debemos pedir la gracia con la oración.

-debemos recibirla con recogimiento.

-debemos corresponder a ella.

Sin la gracia, nuestra alma está apagada, con la gracia resplandece a los ojos de Dios y de los ángeles. La gracia enriquece nuestra alma y le da su hermosura. Hace meritorias todas nuestras obras y trae consigo la fe, la esperanza y la caridad.

Pero debemos de tener cuidado porque la gracia de Dios es un tesoro que podemos perder. Para evitarlo, debemos vigilar su adecuada conservación mediante nuestra oración y practicando el bien, haciendo obras meritorias.

Emilio Blasco. Ciudadanía Cristiana.


"Teniendo la gracia lo tenemos todo, y careciendo, es inútil poseer las demás cosas". San Agustín.

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