
Las Siete Palabras en la Cruz
Jesús recorrió los 1600 metros que separaban el Calvario del palacio de Pilato llevando la cruz. Fue crucificado poco antes del mediodía. Pronunció siete frases:
- Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen. Lucas, 23, 34.
- En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el Paraíso. Lucas, 23,43.
- Habiendo mirado, pues Jesús a su madre y al discípulo que Él amaba, el cual estaba allí, dice a su madre: Mujer ahí tienes a tu hijo. Después dice al discípulo: Ahí tienes a tu madre. Y desde aquel punto encargose de ella el discípulo, y la tuvo consigo en su casa. Juan, 19,26.
- Y a la hora de nona exclamó Jesús, diciendo en voz grande: Eloi, Eloi, lamma sabacthani? Que significa : Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?. Marcos, 15,34.
- Después de esto, sabiendo Jesús que todas las cosas estaban a punto de ser cumplidas, para que se cumpliese la Escritura dijo: Tengo sed. Su misteriosa sed antes de morir indica que en adelante la obra de la salvación deberá ser continuada y profundizada por el don del Espíritu. Juan, 19, 28.
- Jesús, luego que chupó el vinagre, dijo: Todo está cumplido. E inclinando la cabeza, entregó su espíritu. Juan, 19,30.
- Entonces Jesús clamando con una voz muy grande, dijo: Padre mío, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y diciendo esto, expiró. Lucas, 23,46.
A mediodía, el sol se obscureció quedando eclipsado hasta las tres de la tarde. Hacia las tres murió Jesús. "Entretanto, el centurión y los que con él estaban guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que sucedían, se llenaron de grande temor, y decían: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios. Mateo, 27,54. " Así vivió el centurión lo que acababa de suceder, glorificó a Dios, diciendo: Verdaderamente Éste era un hombre justo". Lucas 23,47.
José de Arimatea, miembro del Sanedrín que no había accedido a la condenación de Jesús por ser discípulo suyo, fue a Pilato y le `pidió el cuerpo de Jesús. Pilato llamó al Centurión y le preguntó si Jesús había ya muerto. El Centurión le contestó que si y entonces Pilato ordenó que el cuerpo fuese entregado a José. Juntóse a José, Nicodemo, llevando consigo una mezcla de mirra y aloe de casi cien libras. Bajaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en una sábana, ungiéndolo con aromas según la costumbre de sepultar de los judíos y lo pusieron en un sepulcro nuevo abierto en la peña. Cerraron luego al entrada con una gran losa y regresaron a a la ciudad.
Emilio Blasco. Ciudadanía Cristiana
INFIRMA MUNDI ELEGIT DEUS