
Tu Ángel Custodio
San Agustín al comentar las primeras palabras de la narración de Moisés: "En el principio creó Dios el cielo y la tierra", ve indicadas en la palabra "cielo" las criaturas inmateriales, esto es, los Ángeles.
Los Ángeles son espíritus puros, no unidos a cuerpo alguno. Pero a menudo se manifestaron a los hombres bajo apariencia corpórea y así suelen ser representados.
Están dotados de un entendimiento y de un poder superiores a los de los hombres. Fueron creados en estado de gracia y fueron sometidos a una prueba para que se hicieran merecedores de la visión de Dios.
Los Ángeles están en relación con los hombres. Los oficios que ejercen cerca de nosotros son oficios de consejo y de inspiración, de custodia, de defensa, de aliento, de protección y de cooperación a nuestra salvación eterna.
Debemos a los Ángeles reverencia, confianza y devoción. Reverencia por razón de su presencia, confianza que nos incline a invocar su asistencia y devoción que nos estimule a imitarlos.
Cuando ejercen su misión de custodios, los Ángeles ascienden y descienden. Descienden a nosotros mediante el ejercicio de la caridad; ascienden a Dios por la contemplación. Nuestra vida debe tener este doble movimiento; cuando cumplimos fielmente la voluntad de Dios y permanecemos unidos a El con la oración y la intención.
Los Ángeles nos dan un ejemplo de pureza, por su naturaleza espiritual, de obediencia, porque son fieles ejecutores de la voluntad de Dios y de caridad porque sirven a las almas.
Han recibido de Dios el encargo de custodiar a los hombres y cada hombre tiene un especial Ángel custodio.
La Existencia de los mismos es un dogma de fe.
Emilio Blasco. Ciudadanía Cristiana
INFIRMA MUNDI ELEGIT DEUS