Sancte Spiritus

07.02.2023


El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad. 

La operación del Espíritu Santo es admirable en los doce ignorantes. Ellos fueron transformados. Los Apóstoles tenían necesidad de sabiduría; ignoraban las cosas divinas. Habían entendido muy poco de las enseñanzas de Jesús. Muchas veces el divino Maestro les había dicho que eran hombres sin entendimiento:

  • A lo que Jesús respondió: ¡Cómo!. ¡Tambíen vosotros estáis aún con tan poco conocimiento!. Mateo, 15, 16.
  • Entonces les dijo Él: ¡Oh necios y tardos de corazón para creer todo lo que anunciaron los profetas!. Lucas,24,25. 

Seguros de que Jesús había muerto, no esperaban verle de nuevo. "porque aún no habían entendido de la Escritura que Jesús debía resucitar entre los muertos. Juan, 20,9.

Pero cuando hubo descendido el Espíritu Santo todo cambió y dejaron de ser así. Explican las Escrituras e ilustran las almas. Se cumple así la promesa de Jesús:

  • "Cuando venga el Espíritu de verdad, Él os enseñará todas las verdades necesarias para la salvación, pues no hablará de suyo, sino que dirá todas las cosas que habrá oído, y os prenunciará las venideras.

Los Apóstoles tenían también la necesidad del don de la santidad. Eran ambiciosos, y estaban convencidos de que Jesús debía de fundar un reino temporal. 

  • "Entonces , los que se hallaban presentes, le hicieron esta pregunta: Señor, ¿si será éste el tiempo en que has de restituir el reino a Israel?. Hechos de los Apóstoles 1,6.

Finalmente tenían necesidad del don de la fortaleza. Eran tímidos, abandonaron a su maestro. Pedro le negó. Se escondieron durante la pasión por miedo a los judíos. 

Después de recibido el Espíritu Santo, se convirtieron en hombres espirituales, celestiales, son los primeros en los sacrificios, no buscan ya los honores ni las vanidades humanas y ansían emplear sus propiedades y su persona en beneficio de las almas humanas. Fueron perseguidos y odiados y mueren mártires de su fe.

Los dones del Espíritu Santo en nuestra alma son: la sabiduría, el entendimiento, el consejo, la fortaleza, la ciencia, la piedad, y el temor a Dios, no como un señor terrible, sino como un buen padre.

Emilio Blasco. Ciudadanía Cristiana 

INFIRMA MUNDI ELEGIT DEUS  

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